Ser mujer es una bendición, no hay duda. Independientemente del rol o los múltiples sombreros que llevemos, el trabajo no es fácil. Por cuestiones culturales el autocuidado se ha relacionado con el egoísmo. Sin embargo, cada vez es más evidente y comprobada la importancia (diría obligatoria) de nuestra salud mental, sentirnos bien, descansar y tomar nuestro tiempo. Nuestras habilidades, talentos y acompañamientos son extremadamente valiosos para nuestra familia, nuestra comunidad y el mundo. Pero no podemos dar lo mejor de nosotras si no estamos en nuestras mejores condiciones.
Aunque muchas personas me han dicho que luzco más joven de mi edad real, ese no es mi objetivo. Mi meta es lucir mi mejor versión, según mis propias circunstancias. Saber que hago lo posible para brindar mi mejor cara, refleja mi plenitud interna.
Quiero compartirte mis pilares en mi cuidado de la piel que complementan mi vida como mamá, esposa y empresaria:
1. Verme bien, sentirme bien: Empiezo con esto porque aunque muchos lo quieran negar, a todos nos viene bien un impulso, un "booster". El trabajo de mantenernos equilibradas y saludables es retador y los resultados no se ven inmediatamente. Está bien empezar con cosas que nos hagan sentir bien como un vestuario halagador a nuestro cuerpo, un cabello arreglado y, por supuesto una piel radiante y saludable.
2. No exagero con mi rutina de Skincare: Sí, soy dermatóloga y no tengo un estante lleno de productos. No necesito abrumarme ni tú tampoco. No sobrecargo mi piel ni mi mente. Uso los mínimos productos necesarios. Eso sí, enfatizo en la calidad. Por eso es importante una buena asesoría en dermatología cosmética.
3. Procedimientos efectivos que me hagan ganar tiempo: Todas nos pasa por la mente ...¡el día no alcanza! Por eso debemos ser conscientes en el uso del tiempo. Yo, en lo personal, no puedo con rutinas largas, masajes faciales de 15 minutos diarios, exfoliaciones corporales extensas (que tampoco son recomendados, por cierto) y otros hábitos de cuidados de este tipo. Necesito tiempo para dedicárselo a mi familia y a mis metas. Por eso, invierto en procedimientos super efectivos que se realizan de manera más espaciada. Por ejemplo: limpiezas profundas mensuales o botox cada 5 meses o estimulación de colágeno anual. Además, que los resultados son significativamente superiores, me dan el lujo de tener una rutina minimalista en casa.
4. El maquillaje es espectacular si debajo hay una piel cuidada: Muchas de nosotras requerimos maquillarnos para nuestras actividades profesionales. Mientras mejor esté la piel, mejor se ve y menos tiempo necesitas invertirle diariamente para lograr verte como te gusta. Cada minuto cuenta. Importante: retirarse adecuadamente el maquillaje. Aquí nunca escatimo en el tiempo. Este paso es importantísimo por más cansada que estemos. Los residuos se acumulan, generan brotes de acné o irritaciones crónicas, hacen que la piel se vea opaca, poros abiertos, etc.
5. Ser disciplinada: Si ya tomé la decisión, me planifico. Agendo mis citas y las cumplo (en lo posible). En mi práctica veo a muchas pacientes ajetreadas y que no son constante con sus citas, las posponen, las cancelan y luego regresan y debemos empezar de nuevo. ¡NO! Es tu tiempo. No realizar las cosas y procrastinar genera frustraciones, además que nunca llegarás a tus metas.
Para mí, cuidarme es primordial. Que mis seres queridos vean mi mejor versión. Que no me vean siempre cansada y estresada. Darles el ejemplo a mis hijas que ellas también son importantes y no deben encajar en algo que se espera de ellas. Priorizar mi tiempo y cuidar mi energía, para descansar, entrenar, tener tiempo para preparar mis alimentos, hacer un pasatiempo, etc. No veas tu cuidado como un extra que te pesa, te lo digo por mi experiencia. Es todo lo contrario, te quita carga... ya que en el espejo verás esa versión que refleja disciplina y sobre todo, amor propio.
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